¡Qué está pasando con el basket castellano-manchego!

Que el baloncesto castellano-manchego está atravesando una etapa delicada institucionalmente hablando es obvio. Para ello basta con echar la vista atrás y recordar los innumerables acontecimientos que se han dado a lo largo de la ya pasada temporada, acontecimientos que han despertado más sombras que luces, hechos que en lugar de engrandecer nuestro deporte lo están reduciendo a la mínima expresión.

El inicio de campaña ya empezó a marcar la pauta. Una buena parte de los árbitros se mantenían en huelga. La razón simple. Llevaban varios meses sin cobrar sus honorarios por los servicios realizados en la campaña anterior. En estas fechas iniciales se realizaron varias reuniones entre clubes y árbitros para informar de la situación en cada uno de los momentos. Las dudas eran grandes y la transparencia mínima. Algunos clubes ya empezaban a hacerse la pregunta, ¿qué está pasando con nuestro dinero?

La no existencia de un número suficiente de colegiados para dar comienzo a las competiciones obliga a los estamentos federativos a organizar cursos “express” de árbitros y oficiales de mesa. El desastre comienza a ser brutal. Parejas arbitrales que no llegan en tiempo al inicio de sus partidos (al tener que dirigir varios en una misma jornada), jóvenes con poco más de dos horas de experiencia (duración del curso) arbitrando encuentros de 1º autonómica, malas palabras y gestos de colegiados experimentados (propiciados más por la situación que por su manera de ser)…

Viviendo esta situación el C.B. Bolaños García Hermanos decide, al igual que otros clubes, emitir un comunicado a la FBCLM manifestado su malestar ante todas estas circunstancias.

Como el sentimiento es muy generalizado distintos clubes de la geografía regional (entre ellos C.B. Bolaños García Hermanos) deciden mantener, en Ciudad Real, una reunión a finales de año para crear un organismo que permita aunar fuerzas y luchar contra estas adversidades. La Asociación de Clubes de Baloncesto de Castilla La Mancha (ACBCLM) se pone en marcha con el objetivo común de defender a los distintos clubes castellano-manchegos (estén o no adheridos a la asociación) ante terceros.

Tras varias actuaciones se logra organizar una reunión a “tres bandas” en Toledo (Delegación de Deportes), la componen: miembros de la JUNTA (encabezados por el Director de Deportes), miembros de la FBCLM (con su presidente a la cabeza) y cinco representantes de clubes (uno por provincia). La reunión promete. El presidente de la FBCLM admite una deuda y un plan de viabilidad, asegura el pago a los árbitros, etc. Pero las promesas se diluyen, tanto que a día de hoy, nada de nada.

La Asociación se pone en marcha de nuevo y descubre la ilegalidad de la Asamblea federativa. Sus miembros son elegidos “a dedo” y no por votación (como versa en los estatutos); además se descubre también que parte de esos miembros ya no tienen relación con el baloncesto en Castilla La Mancha (condición indispensable para poder serlo). En esa guisa la Asociación decide ponerse manos a la obra trabajando por vía jurídica para declarar nula la Asamblea y con ello sentar las bases para la creación de una nueva en la que todos los representantes elegidos lo sean por vía legal y democrática.

De igual manera, y debido a la falta de transparencia, la Asociación está estudiando la posibilidad de plantear nuevas alternativas competitivas. A día de hoy son muchos los clubes que abogan por crear una competición paralela y fuera del marco de la Federación si la situación no cambia y, por lo que se observa, así va a ser para la temporada próxima ya que no hay grandes esperanzas de producirse dicho cambio a corto plazo.

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